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Champán, caviar o salmón: los alimentos de lujo son cada vez más accesibles


El concepto de lujo en la alimentación ha sufrido una profunda transformación. Alimentos que antes se consideraban exclusivos de los ricos (champán, foie gras y trufas) se han vuelto cada vez más accesibles. ¿Cómo se produjo este cambio? ¿Qué consumen ahora los más ricos? ¿Y qué define a los alimentos de lujo modernos?


Por Nathalie Louisgrand


Históricamente, los alimentos festivos como el champán, el foie gras o las trufas han sido símbolos de lujo . Tienen un alto valor simbólico, a menudo vinculado a la cocina refinada y a ocasiones especiales como la Navidad o los cumpleaños. A diferencia de los artículos de lujo personales como los relojes o los bolsos, la comida de lujo es inherentemente compartida, lo que crea momentos de disfrute colectivo, como saborear un buen vino con amigos.

El concepto evolutivo del lujo en la alimentación

La comida de lujo es un concepto relativo y subjetivo que cambia con el tiempo, la geografía y las clases sociales. Como señala Vincent Marcilhac en su libro “ Le luxe alimentaire ”, los productos considerados lujosos en una época pueden volverse comunes en otra. Por ejemplo, el azúcar era un producto escaso y caro en la Europa medieval, reservado para los ricos. De manera similar, la langosta , ahora un manjar de alta gama, era un alimento de bajo costo para los pobres en los Estados Unidos del siglo XIX antes de que la llegada de los ferrocarriles la transformara en un codiciado artículo de lujo.

En Francia, la alimentación de lujo sigue siendo un sector en auge. En 2021, la gastronomía generó 49.000 millones de euros de facturación, mientras que los vinos y licores representaron 77.000 millones de euros . El mercado de la alimentación fina, valorado en 9.000 millones de euros en 2023, sigue creciendo, con más de 5.300 tiendas especializadas en todo el país y prometedoras perspectivas de crecimiento.

Democratización a través de la industrialización y la distribución

En los últimos años, los alimentos de lujo han experimentado una notable transformación, volviéndose más accesibles al público en general. Esta democratización ha sido impulsada en gran medida por la industrialización y la diversificación de los canales de distribución, que han reconfigurado la disponibilidad y asequibilidad de estos productos.

La industrialización de la producción alimentaria ha ampliado significativamente el acceso a productos que tradicionalmente se consideraban bienes de lujo. Los procesos de producción mecanizados permiten ahora la producción en masa de productos como el foie gras, que históricamente requerían métodos que requerían mucha mano de obra. Este cambio ha aumentado drásticamente la producción, reduciendo tanto los costos de producción como los de venta minorista. Como resultado, el foie gras se ha vuelto más asequible y ampliamente disponible, atrayendo a una base de consumidores más amplia.

También han evolucionado las formas en que los alimentos de lujo llegan a los consumidores. Artículos como las trufas y el caviar, que antes estaban confinados en las tiendas especializadas, ahora se encuentran con frecuencia en los principales puntos de venta minorista, incluidas las grandes cadenas como Carrefour y las tiendas de descuento como Lidl. Estos productos también son cada vez más accesibles a través de plataformas en línea y servicios de pedidos por correo, que atienden a los clientes de nivel básico a través de marcas blancas e industriales.

Esta red de distribución ampliada ha desempeñado un papel fundamental a la hora de normalizar los alimentos de lujo y hacerlos disponibles a precios más competitivos. Hoy en día, los alimentos de lujo icónicos como el champán, el foie gras y el salmón ahumado se distribuyen predominantemente a través de supermercados e hipermercados.

El caviar es un buen ejemplo de esta tendencia. Antes reservado a una élite, ha experimentado un crecimiento del 90% desde la pandemia, y Francia se ha convertido en el tercer mayor productor del mundo gracias a la acuicultura del esturión siberiano. El reto que tenemos por delante es una mayor democratización, trasladando el caviar de las tiendas de alimentación de lujo a las tiendas de alimentación de uso diario.

Rareza y exclusividad

A pesar de su democratización, la comida de lujo no ha perdido su atractivo. Para los ricos, la distinción ahora reside en la rareza y el precio. Pensemos en el caviar: mientras que el caviar Baerii cuesta alrededor de 1.600 euros el kilo, el caviar Almas, un raro manjar procedente del esturión beluga albino, puede superar los 30.000 euros el kilo. Del mismo modo, las trufas blancas de Alba alcanzan precios diez veces superiores a las trufas negras de Périgord, llegando a alcanzar los 6.000 euros el kilo. Los precios del champán varían desde los 15 euros en los supermercados hasta más de 10.000 euros por una botella de Dom Pérignon.

Otra manifestación del lujo es la dimensión experiencial: disfrutar de productos locales de alta calidad en su lugar de origen. Beber un buen vino de Borgoña en un viñedo, guiado por la narración del productor, transforma una comida en una experiencia emocional inolvidable . Este «lujo emocional» subraya el valor de la autenticidad.

Además, el lujo culinario suele adoptar la forma de saborear un producto local de alta calidad en su lugar de origen. La autenticidad asociada a estos productos «locales» aumenta su valor percibido. Por ejemplo, disfrutar de un excepcional vino Grand Cru de Borgoña mientras se contemplan los viñedos donde se produjo, después de una visita guiada a la finca en la que el enólogo comparte su historia, eleva la experiencia. El momento se vuelve extraordinario, único, emotivo y rico en detalles sensoriales. Este fenómeno puede describirse como lujo emocional.

En las últimas décadas, el aumento del nivel de vida de la clase media ha democratizado en cierta medida el lujo. Sin embargo, para un segmento de la población, la comida de lujo sigue encarnando su esencia excepcional, costosa y, a menudo, profundamente emotiva.

Este artículo se publica nuevamente en The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original .