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Científicos desarrollan un pan de masa madre con fibras de trigo que ayudan a envejecer mejor

Un estudio revela que un nuevo tipo de pan integral con fibras especiales de trigo podría mejorar la salud intestinal y reducir los efectos del envejecimiento metabólico.


Redacción Cocinar es Vida

El pan, uno de los alimentos más antiguos de la humanidad, sigue reinventándose gracias a la ciencia. Investigadores de la Universidad de Reading (Reino Unido) han descubierto que incorporar un tipo especial de fibras de trigo resistentes a la digestión en el pan de masa madre no solo mejora su valor nutricional, sino que también promueve beneficios relacionados con un envejecimiento saludable, gracias a su impacto positivo en la microbiota intestinal.

El hallazgo, publicado recientemente en la revista Food & Function, sugiere que este nuevo pan —rico en lo que los científicos llaman “fibras funcionales”— podría convertirse en un alimento cotidiano con propiedades prebióticas, capaz de favorecer la salud metabólica y digestiva a lo largo de la vida.

Un pan que alimenta tanto al cuerpo como a las bacterias buenas

El estudio se centró en un tipo de fibra llamada arabinoxilano, presente naturalmente en el salvado del trigo, pero que suele perderse durante los procesos de refinamiento industrial. Estas fibras actúan como fuente de alimento para las bacterias beneficiosas del intestino, especialmente las que producen ácidos grasos de cadena corta, compuestos asociados con un metabolismo equilibrado y una mejor regulación del azúcar en sangre.

Los investigadores añadieron extractos purificados de arabinoxilanos a la masa madre y observaron cómo las levaduras y bacterias lácticas —las mismas responsables del sabor y la textura característicos del pan artesanal— interactuaban con estas fibras durante la fermentación.

El resultado fue un pan con una estructura más aireada, mejor conservación y mayor contenido de compuestos bioactivos. Pero lo más relevante fue que, al ser consumido, este pan modificó favorablemente la composición del microbioma intestinal, potenciando especies bacterianas asociadas con la longevidad y la salud inmunológica.

Masa madre: una aliada para potenciar los beneficios

La investigación también demostró que la fermentación natural de la masa madre potencia la actividad prebiótica de las fibras de trigo. Durante el proceso, las bacterias lácticas producen enzimas que descomponen parcialmente las fibras, liberando compuestos que facilitan su aprovechamiento en el intestino.

Según los científicos, esta sinergia entre fermentación artesanal y fibra funcional crea un producto con un perfil nutricional mejorado, más digestible y con un índice glucémico más bajo que el del pan blanco convencional.

El doctor Edoardo Costabile, autor principal del estudio, explicó que este avance representa una forma sencilla y natural de aumentar la ingesta de fibra sin necesidad de suplementos o alimentos ultraprocesados. “Nuestro objetivo es rediseñar alimentos tradicionales como el pan para que contribuyan a una vida más saludable y un envejecimiento activo”, señaló.

Envejecimiento saludable a través de la nutrición

A medida que las personas envejecen, la composición del microbioma intestinal cambia, y esa alteración está relacionada con el aumento de enfermedades metabólicas, inflamatorias y digestivas. Por ello, preservar una microbiota diversa y equilibrada es una de las estrategias más efectivas para ralentizar los efectos del envejecimiento.

El nuevo pan con fibras de trigo podría actuar como una herramienta preventiva, ya que estimula la producción de butirato, un ácido graso de cadena corta clave para mantener la salud del colon, reforzar la barrera intestinal y regular el sistema inmunitario.

Además, los investigadores encontraron que este tipo de fibra ayuda a reducir marcadores inflamatorios y mejora la sensibilidad a la insulina, dos factores que suelen deteriorarse con la edad.

Un paso hacia los alimentos funcionales del futuro

El concepto de “alimentos funcionales” —productos que además de nutrir aportan beneficios específicos para la salud— está ganando protagonismo en la investigación alimentaria. Este nuevo pan representa un ejemplo concreto de cómo la ciencia puede mejorar recetas milenarias sin alterar su esencia tradicional.

En lugar de crear productos artificiales o fortificados, los científicos apuestan por recuperar ingredientes naturales del trigo que normalmente se desechan en la producción industrial, como el salvado o los polisacáridos resistentes.

El objetivo no es cambiar la dieta, sino mejorar lo que ya forma parte de ella, haciendo que alimentos tan cotidianos como el pan se conviertan en aliados del bienestar a largo plazo.

Pan saludable, fermentación lenta y placer intacto

El estudio también subraya que la reformulación del pan no afecta su sabor ni textura. De hecho, los panaderos que colaboraron en la investigación aseguraron que el pan con arabinoxilanos tiene una miga más húmeda, corteza crujiente y un aroma ligeramente dulce, lo que lo hace atractivo para el consumidor moderno que busca productos saludables sin sacrificar el placer gastronómico.

Al combinar masa madre, fermentación lenta y fibras funcionales, este pan representa una reconciliación entre tradición y ciencia, donde la nutrición y el sabor se complementan.

Los investigadores ahora planean realizar ensayos clínicos a largo plazo para confirmar los beneficios en adultos mayores y explorar su posible uso en dietas personalizadas para prevenir el síndrome metabólico o la inflamación intestinal.

En definitiva, este avance muestra cómo un alimento ancestral puede reinventarse para apoyar la salud del futuro, ofreciendo una alternativa natural y deliciosa para quienes desean envejecer con vitalidad, desde el desayuno hasta la cena.


Referencias

https://phys.org/news/2025-10-wheat-fibers-sourdough-bread-age.html