
La mermelada de grosella negra no solo es sabrosa y aromática, sino que también contiene muchas sustancias beneficiosas que conservan sus propiedades incluso después del tratamiento térmico. ¡Cocina con placer y cuida tu salud! ¡Te proporcionamos recetas!
La mermelada de grosella negra no es solo un delicioso capricho, sino una auténtica fuente de vitaminas que calienta y fortalece el cuerpo durante los meses de invierno. Las bayas de grosella negra son ricas en vitamina C, vitaminas del grupo B, P, K y E, ácido fólico, potasio y hierro. Estos componentes ayudan a fortalecer el sistema inmunitario, aliviar la inflamación, tienen un efecto diurético, ayudan con los trastornos intestinales e incluso aumentan la eficacia de los antibióticos. La mermelada en sí misma tiene un efecto antigripal, ayuda a combatir los patógenos y mejora el tono general del cuerpo.
Para preparar correctamente las grosellas negras para preparar mermelada, siga estos pasos: clasifique las bayas, retirando con cuidado las ramitas, las hojas y las bayas dañadas o verdes. Esto es importante para que la mermelada quede limpia y sabrosa.
Enjuague las bayas con agua fría corriente. Normalmente, se colocan en un recipiente, se cubren con agua y se retiran los restos flotantes (ramitas, polvo). Si es necesario, enjuáguelas varias veces para eliminar toda la suciedad. Deje que las bayas escurran bien en un colador o sobre una toalla para eliminar el exceso de humedad. Las bayas deben estar limpias, pero no mojadas, para que la mermelada no quede demasiado líquida.
Tras la preparación, las bayas se pueden espolvorear inmediatamente con azúcar y dejar reposar un tiempo (de 1 a varias horas) para que suelten el jugo; este es un paso importante para la futura mermelada. Estos sencillos pasos ayudarán a conservar el sabor y las propiedades beneficiosas de las bayas, además de evitar sabores extraños o amargor en la mermelada. Para preparar mermelada de grosella negra, elija una sartén ancha esmaltada o de acero inoxidable y cocine a fuego lento, retirando la espuma y removiendo.
Pasemos ahora a tres de las recetas de mermelada de grosella negra más populares y fáciles de hacer en casa.
1. Mermelada clásica de grosella negra «cinco minutos»
Ingredientes:
- Grosella negra – 2 kg
- Azúcar – 2 kg
Lave bien las bayas, espolvoréelas con azúcar y déjelas reposar un par de horas para que suelten su jugo. Luego, cocine la mermelada a fuego medio, llevándola a ebullición y dejándola hervir durante 5 minutos. Después de enfriar, repita el proceso 3 o 4 veces para obtener una mermelada espesa y rica que conserve todas las propiedades beneficiosas de la baya. Vierta la mermelada terminada en frascos esterilizados y ciérrelos con tapa.
2. Mermelada de grosella negra en 10 minutos con mantequilla
Ingredientes:
- Grosella negra – 800 g
- Azúcar – 1 kg
- Mantequilla – 1,5-2 g (para reducir la formación de espuma)
Las grosellas se espolvorean con azúcar y se dejan reposar varias horas para que suelten su jugo. Luego, la mezcla se pone al fuego, se lleva a ebullición, se añade mantequilla y se cuece, removiendo regularmente y retirando la espuma, durante unos 10 minutos. Tras la cocción, la mermelada se vierte en frascos y se enrolla.
3. Mermelada de grosella negra y frambuesa: el sabor y el aroma del verano
Ingredientes:
- Grosella negra – 700-1000 g
- Frambuesas – 300-500 g
- Azúcar – 1 kg (se puede ajustar al gusto)
Ácido cítrico o jugo de limón (opcional), para equilibrar el sabor y conservar.
Clasifique cuidadosamente las bayas, retirando los restos, las ramitas y las bayas dañadas. Enjuague bien las grosellas negras con agua corriente y séquelas. Las frambuesas pueden lavarse bien o, si son de cultivo propio, consumirse sin lavar para preservar su integridad.
En una cacerola grande, combine las grosellas negras y las frambuesas, añada el azúcar y mezcle bien. Deje reposar a temperatura ambiente de 1 a 2 horas para que las bayas suelten su jugo.
Pon la cacerola a fuego medio y, revolviendo, lleva la mezcla a ebullición. Retira la espuma que se forme.
Reduzca el fuego a bajo y cocine la mermelada de 5 a 10 minutos, revolviendo ocasionalmente. Si lo desea, añada un poco de ácido cítrico o jugo de limón para realzar el sabor y conservarla. Retire la olla del fuego, deje que la mermelada se enfríe un poco y repita la cocción 2 o 3 veces hasta que la mermelada esté espesa y cremosa.
Coloque la mermelada terminada en frascos esterilizados, cierre con tapas y deje enfriar boca abajo, cubiertos con una manta o toalla.
Esta mermelada mantiene el equilibrio entre la acidez de la grosella negra y la delicada dulzura de la frambuesa, y resulta aromática y muy apetitosa.
